En fin, el 11 decidimos ir a tomar un poco de sol ya que en Bonn el clima no siempre es constante y un día puede hacer bastante sol pero al día siguiente lluvia y frio...
Así que llegamos a Alghero tipo 20hrs, aun soleado. Desde que aterrizamos y salimos del aeropuerto me sentí como en casa, el relajo de los italianos no pasaba por desapercibido. El bus en el que nos fuimos era viejo como los de guate y algunas calles también me hicieron recordar a latinoamerica, en especial cartagena.
La primera noche no teníamos hotel. Como acordamos con mis compañeros, lo hibamos a hacer "a la manera latina" así que el único plan que teníamos era que no teníamos planes. Luego de cenar una deliciosa pizza 100% italiana decidimos ir en busca de un lugar para dormir la primera noche. Al ser ya algo tarde pues buscamos una "esquinita" en algún lugar en la playa para quedarnos. Al final la encontramos un buen lugar cerca del mar y decidimos quedarnos ahí mientras tomamos una botella de vino local. Solamente Bart e Ivo pudieron dormir profundamente. Yo me despertaba cada 10 minutos por el frío que hacía, por que Bart estaba roncando o para ver si no había alguien por ahí...
El día siguiente nos despertamos a las 5 am. Lo único que quería era ducharme y desayunar. Como todo estaba cerrado tuvimos que esperar hasta las 09:00 a que abrieran McDonalds para tomar un café. Luego teníamos la intención de alquilar unas motos (scotters) para dar un paseo por la Isla pero ninguno de nosotros había llevado la licencia de conducir, así que finalmente alquilamos una bicicleta para cada uno durante dos días. Después fuimos a buscar un hostal. Encontramos uno muy bueno y a un precio accesible, el lugar cómodo, balcón en la habitación, ducha con agua caliente, hamacas en el jardín y muy cerca de la playa y de un supermercado, así que nos quedamos ahí las siguientes dos noches.
Luego de ducharnos y descansar un ratito fuimos en bicicleta a las grutas de Nettuno, a 22 kms de distancia del hotel. Bajo un calor insoportable bicicleteamos durante un par de horas, dando pausas de vez en cuando para esperar a Ivo (porque siempre se quedaba atrás) o tomar fotos. Finalmente llegamos y nos dimos cuenta que valía la pena: un increíble mar azul intenso. Al regresar pasamos por una tienda a comprar una cerveza y unas cerezas para almorzar, luego hicimos una parada para nadar en una playa y continuamos nuestro recorrido hacia el hotel.
Luego de 44kms era necesario hacer una siesta. Fuimos al supermercado a comprar pan, queso, vino y salami para la cena. Después fuimos a la orilla de la playa a tomar el sol y regresamos al hotel temprano.
El domingo dimos un paseo en bicicleta hacia el otro lado de la ciudad, conocimos también el centro de Alghero, caminamos por sus calles y comimos un helado italiano. Por la tarde caminamos por una feria donde vendían "charadas" y también descansar a la orilla de la playa. Por la noche vimos el partido de alemania en un restaurante, mientras comíamos un plato de arroz con mariscos.
Ya el lunes lo dedicamos a caminar y descansar, vimos el partido de holanda en un restaurante en el centro, comimos una pizza y luego de regreso... realmente no hay como vacaciones en la playa!
Estas semanas me quedaré en Bonn, viviendo el mundial y esperando la visita de Luis el 3 de julio!
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