primer mes

Hoy hace exactamente hace un mes que salí de Guatemala, veo hacia atrás y me asombra lo rápido que está pasando el tiempo... Creo que esto ES Bueno ya que si se estuviera pasando lento significaría que no estoy pasando Buenos ratos.

Todo esto me llena de mucha satisfacción personal, es como dar un paso importante más en la vida, como aprender a caminar, a hablar, ir al colegio por primera vez o a la universidad... ahora aprendo a vivir solo y desenvolverme, aprendo a hacerme valer por mí mismo, a tomar decisiones, a decir que no cuando no se quiere, a trabajar en un ambiente completamente diferente al que estaba acostumbrado, a valorar más a quienes me rodean, a ver que todos somos iguales y que la desigualdad y violencia en Guatemala es un tema que debemos dejar de ver como algo normal o rutinario, aprendo a valorar mis raíces, mi cultura, valores, tradiciones, mi gente, mi país…

Más que escribir este día sobre qué he hecho, qué lugres he conocido, etc., decidí escribir sobre mis sentimientos, viviendo a más de 10 mil kilómetros de mi casa. Debo admitir que el cambio cultural y el enfrentarme a tantos retos y tantas cosas nuevas me causaba miedo o mejor dicho, nerviosismo, pero al estar aquí me he sentido muy bien, con ganas de vivir al máximo cada día, de disfrutar la nieve, el frío, la lluvia, sabiendo que el tiempo pasa y cuando menos espere estaré enfrentándome a los últimos días en Bonn. El cambio no me ha costado para nada y tiene que ver el entusiasmo con que estoy encarando todo lo que se me presenta cada día, porque al final, es un sueño cumplido. He hecho nuevos amigos (de Bulgaria, China, Perú, Brasil, Turquía, Hungría, Alemania, Rumania, Chile…), vivo en un lugar bonito (aunque la casa en sí no es tan bonita, es un área residencial tranquila, bonita, con parques…) y pues poco a poco haciendo planes para conocer más y nuevos lugares dentro y fuera de Alemania.

Hasta pronto!